El sector logístico ha ido evolucionando muy rápidamente, debido a la necesidad de adaptarse a los requerimientos del mercado. El proceso de capacitación y entrenamiento de personal, es uno de los puntos centrales en logística, el cual implica el esfuerzo para desarrollar las competencias técnicas y conductuales del equipo, con el propósito de hacerlos más aptos e idóneos para el trabajo.
Desde siempre las empresas han desarrollado actividades logísticas, sin embargo, en los últimos años se ha verificado la necesidad de realizar una gestión con una perspectiva más estratégica y eficiente.
La necesidad de afinar, mejorar y potenciar los procesos logísticos, y su impacto en costos y ventajas competitivas, hace que las empresas busquen potenciar el desarrollo de las competencias de su personal en cuestiones logísticas, casi al mismo ritmo que la mejora de sus sistemas.
Un concepto central, a destacar, dentro de las formaciones logísticas es el de «competencia», que alude al desarrollo de la capacidad del personal para aplicar los procedimientos de la manera debida, no solo conocer de ellos. Esto quiere decir que capacitar no es solo sumar información o lograr nuevos conocimientos sobre temas que se les presenten a diario, sino que, capacitar, es brindar las herramientas que permitan al individuo aplicar y tomar decisiones con pleno conocimiento del por qué, del cuándo y del cómo.
En este sentido, las capacitaciones deben presentar un enfoque integral y sistémico, dado que abarca todos los procesos de la Cadena de Abastecimientos, donde se involucran cada uno de los actores del proceso logístico. Cuando se capacita al empleado de menor categoría de una empresa, luego de haber capacitado a los niveles medios y gerenciales, se está plasmando un enfoque sistémico considerado vital para el funcionamiento de cualquier empresa.
¿En qué eslabón de la cadena logística se evidencia mayor necesidad de capacitación?
Este tema ha sido puesto en consideración por las empresas ante la falta de mano de obra calificada, sobre todo en sus mandos medios y de supervisión, esto ha sido solicitado en todos los foros de discusión pidiendo una solución que se hace impostergable. La propuesta sería entonces el desarrollo de capacitaciones acordes a esta necesidad que estarían centrados en los aspectos conceptuales y de aplicación de la logística. La idea sería apuntar a las soluciones concretas que las empresas necesitan.
Las organizaciones modernas necesitan tener personal capacitado, para desarrollar los procesos, o mejor dicho, el proceso de logística integral, de tal manera que se logren los niveles productivos deseados, con calidad asegurada y sustentable en el tiempo.
Si se logra que la incorporación de nuevos conocimientos beneficie no solo a la organización en sí, sino también, el desarrollo personal de sus recursos humanos se estaría dando un paso importante para comenzar a resolver este problema de la falta de mano de obra especializada.
Recordemos que la formación en logística busca un desarrollo de competencias que promueva un cambio, definido y acompañado por los más altos cargos de la empresa. Las firmas que potencien la formación en logística, encuentran beneficios concretos de costos, personal y mejora en el servicio al cliente, tales como:
Aumenta la productividad diaria:
Los profesionales o colaboradores que no saben lo que hacen pierden tiempo en las tareas simples, se equivocan con frecuencia y necesitan rehacer ciertas cosas, generando reprocesos continuamente. Al preocuparse con la capacitación y entrenamiento de personal, ciertamente se logra un equipo más cualificado y capaz de producir por encima del promedio.
Mejora el servicio y experiencia al cliente:
La responsabilidad más grande en un negocio logístico es mantener clientes, como también establecer una relación a largo plazo. Estas tareas resultan difíciles cuando no hay buena atención al cliente. La inversión en la capacitación del equipo puede cambiar esa situación. Cuando los profesionales están cualificados, son capaces de guiar a los clientes en cada punto del proceso. Esto representa el comienzo de una relación donde ambas partes ganan.
Incrementa el desempeño financiero:
El entrenamiento debe ser visto como una inversión estratégica, pues ayuda a aumentar la probabilidad de los ingresos y reducir los costos operacionales.
Cuando el talento está capacitado y entrenado, se equivoca menos, lo que mitiga una serie de costos operacionales provenientes del re-trabajo, imperfectos y la devolución de productos distribuidos por error. Por otro lado, el mismo entrenamiento ayuda a mejorar la atención y fidelizar clientes, aumenta la eficiencia diaria y el nivel de productividad. Estos factores son fuentes de ingresos, es decir, de lucro operacional.
Impulsa la fluidez en la comunicación interna:
La comunicación parece algo natural. Sin embargo, a veces, falla y abre espacio para intrigas y conversaciones paralelas. Cuando falta diálogo, toda la organización, en sus varios niveles y áreas, puede salir perjudicada.
El entrenamiento del equipo ayuda a crear vínculos y mejorar el diálogo. Cada uno de los empleados puede sentirse seguro, preparado y dispuesto a dar su opinión sobre lo que ocurre, y esto eleva la fluidez de la comunicación.
